Bois de Courton, Julio 1918
Después de la creciente
niebla
una
por una
las estrellas
se quitan el velo
Respiro
el aire fresco
que el color del cielo
me ofrece
Sé soy
una pasajera
imagen
atrapada en un círculo
inmortal
GIUSEPPE UNGARETTI
sábado, abril 21, 2007
viernes, abril 20, 2007
martes, abril 17, 2007
Una tarde como ésta
te busqué en vano
Sobre la niebla de todos los caminos
Me encontraba a mí mismo
Y en el humo de mi cigarro
Había un pájaro perdido
Nadie respondía
Los últimos pastores se ahogaron
Y los corderos equivocados
Comían flores y no daban miel
El viento que pasaba
Amontona sus lanas
Entre las nubes
Mojadas de mis lágrimas
A qué otra vez llorar
lo ya llorado
Y pues que las ovejas comen flores
Señal que ya has pasado
Vicente Huidobro
domingo, abril 15, 2007
No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad.
No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.
Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.
Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.
José María Fonollosa
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad.
No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.
Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.
Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.
José María Fonollosa
viernes, abril 13, 2007

este post está copiado del blog de David González: Algo que declarar
y recopiado de Crónicas para decorar un vacío
miércoles, abril 11, 2007
Tropos
Toco
toco poros
amarras
calas toco
teclas de nervios
muelles
tejidos que me tocan
cicatrices
cenizas
trópicos vientres toco
solos solos
resacas
estertores
toco y mastoco
y nada
Prefiguras de ausencia
inconsistentes tropos
qué tú
qué qué
qué quenas
qué hondonadas
qué máscaras
qué soledades huecas
qué sí qué no
qué sino que me destempla el toque
qué reflejos
qué fondos
qué materiales brujos
qué llaves
qué ingredientes nocturnos
qué fallebas heladas que no abren
qué nada toco
en todo
Oliverio Girondo
toco poros
amarras
calas toco
teclas de nervios
muelles
tejidos que me tocan
cicatrices
cenizas
trópicos vientres toco
solos solos
resacas
estertores
toco y mastoco
y nada
Prefiguras de ausencia
inconsistentes tropos
qué tú
qué qué
qué quenas
qué hondonadas
qué máscaras
qué soledades huecas
qué sí qué no
qué sino que me destempla el toque
qué reflejos
qué fondos
qué materiales brujos
qué llaves
qué ingredientes nocturnos
qué fallebas heladas que no abren
qué nada toco
en todo
Oliverio Girondo
martes, abril 10, 2007
En estos días de lluvia los olores y los matices me evocan tanto que sabe a tan poco
Me imagino lejos, me imagino cerca.
Me veo riendo, me veo llorando.
Tomando una mano deseando una llamada, una palabra una mirada.
En los días de lluvia tengo 15. 17 y 19.
En los días de lluvia todo cambia.
Trato de descifrar si una lágrima es una gota de lluvia,
Si un día de lluvia es mi llanto,
Si el invierno es mi alma.
En algún lugar perdí mis sentimientos,
Tal vez en algún lugar los días de lluvia sean continuos.
Quizá las gotas que hoy me mojan, mientras bajo esta calle, sean las lágrimas de quienes viven en ese lugar extraño y gris, quizá las gotas que me siguen empapando, mientras subo la cuesta, sean de aquellos seres, que sienten en las venas, el olor a tierra mojada.
Belén María Bloksa Gordo
Me imagino lejos, me imagino cerca.
Me veo riendo, me veo llorando.
Tomando una mano deseando una llamada, una palabra una mirada.
En los días de lluvia tengo 15. 17 y 19.
En los días de lluvia todo cambia.
Trato de descifrar si una lágrima es una gota de lluvia,
Si un día de lluvia es mi llanto,
Si el invierno es mi alma.
En algún lugar perdí mis sentimientos,
Tal vez en algún lugar los días de lluvia sean continuos.
Quizá las gotas que hoy me mojan, mientras bajo esta calle, sean las lágrimas de quienes viven en ese lugar extraño y gris, quizá las gotas que me siguen empapando, mientras subo la cuesta, sean de aquellos seres, que sienten en las venas, el olor a tierra mojada.
Belén María Bloksa Gordo
domingo, abril 08, 2007
A veces viene la tristeza
A veces viene
desde la tierra misma la tristeza,
viene desde el amor,
desde la ausencia del amor,
desde la piedra o el vegetal al hombre.
A veces está ahí oscura o despedida
por un pecho inocente.
A veces viene la tristeza de un lugar o del aire,
de la amistad caída o de un nombre vacía.
del sueño o de la infancia,
de una palabra que no pronunciamos,
de lo que creímos y ya no creemos,
de la esperanza y la desesperanza,
de la dura corteza del amor.
A veces viene la tristeza.
A veces hay en la tristeza odio,
ausencia y odio,
ceniza y rostros olvidados,
viejas fotografías y silencia
y una larga desposesión.
A veces viene, irrumpe
como un don invertido,
como un don qie se da y no se recibe,
como lo nunca dado a la esperanza
o lo que, en fin, se acepta y da, pero no puede vivir.
A veces viene.
Viene o está.
A veces hay en la tristeza odio
y arrepentimiento y amor.
José Ángel Valente
desde la tierra misma la tristeza,
viene desde el amor,
desde la ausencia del amor,
desde la piedra o el vegetal al hombre.
A veces está ahí oscura o despedida
por un pecho inocente.
A veces viene la tristeza de un lugar o del aire,
de la amistad caída o de un nombre vacía.
del sueño o de la infancia,
de una palabra que no pronunciamos,
de lo que creímos y ya no creemos,
de la esperanza y la desesperanza,
de la dura corteza del amor.
A veces viene la tristeza.
A veces hay en la tristeza odio,
ausencia y odio,
ceniza y rostros olvidados,
viejas fotografías y silencia
y una larga desposesión.
A veces viene, irrumpe
como un don invertido,
como un don qie se da y no se recibe,
como lo nunca dado a la esperanza
o lo que, en fin, se acepta y da, pero no puede vivir.
A veces viene.
Viene o está.
A veces hay en la tristeza odio
y arrepentimiento y amor.
José Ángel Valente
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